Entrevista Florencia Monfort | El suplemento Las 12 llegó a las 1000 ediciones.
1000 semanas de comunicación feminista. Hablamos con Florencia Monfort para charlar sobre los desafíos de sostener un suplemento feminista.
Compartimos un fragmento de La historia común, una nota que Marta Dillon escribió para la ocasión. “Llegar al número 1000 es una pequeña conmoción: la sola idea de pensar cuántas notas, cuántas ideas, debates, cuántas obras fueron reseñadas, cuántas sonrisas retratadas, cuántas mujeres, cuántas. No podemos más que festejar esta persistencia que convierte a Las12 en un suplemento único en su lengua, por feminista, por irreverente, por el diario que lo contiene, por el movimiento social en el que se enmarca y que no para de crecer. Por todo eso ponemos el corazón en la mano sin ninguna vergüenza para celebrar lo hecho hasta ahora, para encontrar el mapa que nos permita ir por más. […] En las historias feministas, la experiencia no alcanza para fraguar una voz. Se necesita también un cuerpo, uno hecho de sangre y de lágrimas, de heces y de babas, de músculos, de piel, de maquillaje. Un cuerpo como el que nosotras ponemos. A diario y en todos lados. Lo sujetamos con palabras, lo erguimos, lo adornamos con hebillas y tatuajes; envuelto en cosas que elegimos con precisión lo sacamos a la calle. Nunca nos olvidamos de que ahí debajo está la sangre. No, si somos feministas. Nosotras ponemos el cuerpo. […] En la historia de Las12, este suplemento que hoy llega a su número 1000, laten y se escuchan a la vez voces, cuerpos, experiencias. Están detrás de las firmas y en primer plano en cada hecho, en cada vida, en cada obra que cuentan. Se despegan del papel y de la pantalla, hacen un cuerpo propio de lectura y escritura y con esa osamenta es capaz de empuñar el lenguaje como un cincel para modelar otra vez el mundo. A veces el cincel puede transformarse en una masa y arremeter, otras tiene la insistencia de la uña que va descascarando las muchas capas de revoque. Y es que esta es una historia feminista que además de hacer cuerpo se sostiene en complicidad con otras. En esta historia no hay singularidad que sobreviva si no puede enunciarse en plural, a grandes trancos o a fuerza de insistencia, en diálogo entre quienes escriben, quienes hablan para ser registradas y quienes leen. Es por eso que 1000 Las12 son mil gracias. Mil gracias por ese pacto que se renueva semana a semana entre quienes leen, quienes escribimos, quienes se dejan indagar o ponen en juego sus producciones. Un pacto que por insistir en el tiempo ha trascendido generaciones. Y que no cede: sigue buscando maneras de narrarnos. Nuevas maneras de ser narradas.”