Epílogo | Ser lesbiana
Mi primer beso con una chica fue a mis 16 años. Coqueteábamos intensamente hacía semanas y en una fiesta, arengada por la sensación de anonimato que dan las multitudes, me tiré de boca hacia la suya con tal ímpetu que terminamos al otro lejano extremo de la pista. Cuando nos despegamos un instante, el mundo volvió a aparecer de repente. La miré mirar alrededor. La vi sentir vergüenza. No eramos anónimas, era una fiesta de egresadxs, todxs nuestrxs compañerxs estaban ahí. Yo estaba encendida, pero entendí y nos separamos, mezclándonos entre la gente.
Al día siguiente, antes de entrar a clase, 7:25 am, nos decíamos buen día con un amigo y nos sentábamos en las escaleras a esperar que abrieran la puerta del colegio. Me mira un rato. Me pregunta "qué onda?" "qué onda qué?". Y entendí algo, algo en el cuerpo: era lesbiana. Que me gustaran las chicas nunca fue un "asunto" para mí, como tampoco lo es que me gusten las historietas o el dulce de batata con chocolate. No sabía hasta ese momento, hasta esa mirada pidiendo explicaciones, que ser lesbiana era ALGO. Algo que hay que aclarar, o declarar, u ocultar. Yo no me sentía lesbiana, yo simplemente "era", ni me lo había cuestionado.
Hoy me reivindico y nombro lesbiana como identidad política, como una de las prácticas sexuales que prefiero y, sobre todo, como práctica amatoria, como ética vincular. Entre lesbianas me siento parte y sus luchas, son mis luchas.
"Lesbiana" es muchas cosas maravillosas. Y también es que te detenga la policía por besar a tu esposa en la calle, que te mate el padrastro de tu novia de un escopetazo por chonga, que no te dejen entrar a una pileta en bermudas porque es malla "de varón", que no te tomen una reserva en un hotel o te echen de un bar/restaurant/loquesea porque #ingreseaquisulesbofobia, que te ataque una patota de machirulos para intentar violarte correctivamente o matarte o que te metan presa por defenderte de esa patota. Pero hay que aclarar esto: eso no pasa "por ser lesbianas", eso pasa porque #machismo #heteronorma #misoginia #patriarcado #lesbofobia.
Ser lesbiana es una fiesta. Vivir como lesbiana en este mundo es, mínimo, peligroso, como cualquier otra forma de disidencia de la hegemonía cisvarónblancoeuropeoclasemediaalta.
Igual existimos. Igual nos besamos. Igual nos organizamos.
Fuente: Facebook de Chichi Neitor