Vacaciones para el sistema digestivo 12/08/18 (#1000)
Pastor José Luis Cinalli - 12/8/2018
Vacaciones para el sistema digestivo
“Los habitantes de todo el mundo desfallecerán de miedo y ansiedad por todo lo que se les viene encima, pues hasta las fuerzas celestes se estremecerán”, Lucas 21:26 (BLPH).
El miedo no es un pequeño problemita, es una fortaleza espiritual imposible de vencer sin el armamento espiritual adecuado. El trabajo del diablo es llenarnos de temor y hacernos perder las promesas de Dios. ¿Cómo lo hace? Nos habla al igual que lo hizo con Jesús en el desierto. Jesús venció porque se aprovechó de los recursos espirituales de la oración, el ayuno y la Palabra de Dios. Si empuñas las mismas armas que Jesús usó el diablo ‘rajará’ de tu vida al instante. Puedes descansar con toda la seguridad de que el enemigo no tendrá ninguna posibilidad porque “ninguna arma forjada contra ti prosperará”, Isaías 54:17.
Observa que fuerte es el temor. “Aconteció que los hijos de Moab y de Amón… vinieron contra Josafat a la guerra… Y temor se apodero de Josafat por lo que… hizo pregonar ayuno a todo Judá”, 2º Crónicas 20:1-3 (NVP). ¡Temor se apoderó de Josafat! No solo de él sino de toda la nación. ¿Y cómo lo sabemos? Porque Dios dijo: “¡Escuchen habitantes de Judá y de Jerusalén! ¡Escuche, rey Josafat! Esto dice el SEÑOR: “¡No tengan miedo! No se desalienten por este poderoso ejército, porque la batalla no es de ustedes sino de Dios”, 2º Crónicas 20:15 (NTV). Pablo dijo: “Te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio... Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez…”, 2ª Timoteo 1:6-7 (NTV). Si de Dios no viene el espíritu del miedo, ¿de dónde viene entonces? Del diablo.
Pablo le dijo a Timoteo que sus dones están inactivos porque tiene un espíritu que lo intimida. Lo mismo le sucedió a Elías cuando Jezabel lo amenazó de muerte: “Que los dioses me hieran e incluso me maten si mañana a esta hora yo no te he matado…”. Elías tuvo miedo y huyó para salvar su vida...”, 1º Reyes 19:2-3 (NTV). ¿Cómo pudo ser posible? El mismo día en que Elías vio descender fuego del cielo y fue testigo del más grande avivamiento del A.T. se sintió intimidado al punto de huir para salvar su vida. Dios deseaba que Elías terminara su trabajo, pero él se rindió ante la intimidación. El miedo nos desplaza del lugar que Dios quiere que tengamos. Elías tomó la dirección equivocada. ¿Y cómo lo sabemos? Porque después de haber caminado por cuarenta días, Dios le dijo: “¿Qué haces aquí Elías?”, 1º Reyes 19:9 (NTV). En otras palabras: “¿por qué abandonaste tu lugar?”. Dios quería que Elías regresara y enfrentara a Jezabel como lo había hecho con los profetas de Baal y lo hizo después del ayuno. Elías había desertado de su misión a causa del miedo pero venció con oración y ayuno. No olvides lo que nos aconsejó David. Si queremos tener éxito con Belial tenemos que empuñararmas de hierra y asta de lanza (2º Samuel 23:7), es decir ayuno y oración. Y eso fue lo que hizo Elías. Cuarenta días de ayuno y oración en el monte de Dios bastaron para derribar esta fortaleza espiritual llamada miedo. Elías huyó al desierto totalmente derrotado pero volvió lleno del poder de Dios para enfrentar con éxito la casa de Acab.
¿Cómo se hace entonces para deshacerse del espíritu de intimidación o de miedo? Ayunando. El ayuno es el recurso para liberarse de las garras de la angustia, el temor y la depresión. Dios les dio a Josafat y a Elías la victoria y el manto de angustia que estaba sobre ellos se transformó en manto de alabanza. Lo mismo ha de suceder contigo. Basta ya de vivir en prisiones de temor y oscuridad permanente. Las disciplinas espirituales de la oración, el ayuno y la meditación de la Palabra de Dios son poderosas herramientas para romper con el poder de la oscuridad y hacer que las tinieblas retrocedan.
El ayuno es, además, el método de Dios para conquistar territorios que están bajo el dominio de Satanás. Cualquier área de tu vida o cualquier persona que esté bajo el dominio de Satanás pueden ser libres si oras y ayunas. Jesús ayunó cuarenta días para recuperar la autoridad que el diablo tenía sobre el ser humano: “El diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró… todos los reinos del mundo. — Sobre estos reinos… — le dijo —, te daré la autoridad, porque a mí me ha sido entregada, y puedo dársela a quien yo quiera…”, Lucas 4:5-6 (NVI). ¿Quién le entregó a Satanás la autoridad? Adán y Eva. ¿De dónde tenía el hombre esa autoridad? Dios se la había dado, Génesis 1:28. Adán y Eva tenían la autoridad sobre todo lo creado en la tierra. Al pecar, entregaron su autoridad al diablo. Ahora bien, Jesús recuperó esa autoridad: “Dios le dio a Cristo dominio sobre todos los espíritus que tienen poder y autoridad, y sobre todo lo que existe en este mundo y en el nuevo mundo que vendrá”, Efesios 1:21 (TLA). Jesús recuperó la autoridad cedida por el hombre. Y esa autoridad la tienen hoy los cristianos nacidos de nuevo: “Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo y juntamente con él nos resucitó, y… nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”, Efesios 2:5-6. Cristo está sentado en los lugares celestiales (Efesios 1:20) y tiene dominio sobre todo lo que existe, sea material o espiritual (Efesios 1:21-22). Y si nosotros estamos sentados con Él en los lugares celestiales entonces, estamos también sobre todo dominio, principado y poder. ¡Esta es la posición del creyente! Sentado con Cristo por encima de todo.
La autoridad que tenemos es mucho mayor que la que perdió Adán. La autoridad de Adán se limitaba a la tierra, en cambio, la nuestra se extiende también al mundo espiritual. Tenemos autoridad sobre todo el mundo demoníaco: “Y estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios…”, Marcos 16:17. Jesús expresó también: “Sí, les he dado autoridad a ustedes para… vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. Lucas 10:19 (NVI). Si Jesús ayunó para recuperar autoridad sería perfectamente viable que ayunemos para recuperar aquellas cosas de nuestra vida, familia o ministerio que están bajo la influencia del mal. No te conformes con ver que el diablo te roba lo que Dios te ha dado. No te conformes con ver a tu familia bajo un manto de oscuridad permanente. No aceptes el hecho de que tu esposo nunca se convertirá. No te resignes a la idea de que tu economía nunca saldrá adelante. Dios te ha sentado en los lugares celestiales por lo tanto enfrenta este día con la plena convicción de que el infierno no tiene ninguna autoridad sobre tu vida. Cristo es tu protección y tu auténtica fuente de poder.
A continuación te brindamos algunos recursos escriturales para que puedas esgrimir cuando el diablo intente llenarte de miedo. Estas son las “D” del Diablo.
Derrota. “Somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”, Romanos 8:37.
Dolencias. “Bendice… a Jehová…el que sana todas tus dolencias”, Salmo 103:1-3.
Desgracia. “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”, Romanos 8:31.
Deudas. “Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”, Filipenses 4:19 (NVI).
Desánimo. “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón”, Salmo 37:4 (NTV).
Desolación. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”, Juan 10:10.
Devorador. “Vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar; al cual resistid firmes en la fe”, 1ª Pedro 5:8-9.
Duda. “Ustedes, pues, no se preocupen”, Lucas 12:29. “Porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho”, Hechos 27:25.
Desilusión. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”, Romanos 8:28.
Desaliento. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”, Isaías 41:10.
Oración de guerra espiritual. Tomo autoridad en el nombre de Jesucristo para reprender y desarticular toda alianza satánica en mi contra o en contra de mi familia. Declaro que todo esfuerzo y trabajo encubierto y clandestino del mundo demoníaco fracasa. Se frustran los planes del infierno. Ordeno que las bases de información satánica sean destruidas y sean interferidas todas las comunicaciones y conexiones de redes diabólicas. Todo intento del mal rendirá incoherencia y desaciertos. Declaro que los espíritus designados para operar en mi hogar se confunden y anulo todos sus propósitos. Declaro que el Espíritu Santo será siempre mi pastor y que el temor nunca tomará mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.