Lo que los médicos no nos dicen acerca de la salud 30/08/2020 #1107

Episode 110,   Sep 01, 2020, 02:13 PM

Pastor José Luis Cinalli
30/8/2020
Lo que los médicos no nos dicen acerca de la salud
 
Sirve solo al SEÑOR… si lo haces, yo te bendeciré… y te protegeré…, Éxodo 23:25 (NTV).
 
La familia de José era muy pequeña cuando llegó a Egipto pero con el tiempo se convirtió en una gran nación, Deuteronomio 10:22. Para impedir el crecimiento el Faraón mandó ejecutar a todos los niños hebreos recién nacidos, Éxodo 1:22. Sin embargo “cuanto más los oprimían, más se multiplicaban”, Éxodo 1:12. Ahora bien, el crecimiento exponencial del pueblo se detuvo cuando se trasladaron al desierto. Al salir de Egipto “todos los hombres de Israel… aptos para la guerra… sumaban 603.550, Números 1:46 (NTV). Cuarenta años después “las tropas registradas… sumaron 601.730, Números 26:51 (NTV). ¿Cómo se explica el decrecimiento? ¿Por qué razón cuando eran esclavos y vivían en condiciones infrahumanas crecían; en cambio, cuando recuperaron la libertad y vivieron al amparo de Dios disminuyeron? Existe una sola explicación: la disciplina del Señor. El pueblo era diezmado debido a los frecuentes castigos divinos. ¿Y por qué los castigaba el Señor? Por desobedientes. Cuando se quejaron “el Señor envió serpientes venenosas… y muchos fueron mordidos y murieron, Números 21:6 (NTV). Cuando murmuraron Dios “envió… fuego… y destruyó a algunos en las afueras del campamento”, Números 11:1 (NTV). ¿Y qué decir de los 250 líderes que apoyaron la rebelión de Coré? “Un fuego ardiente salió del SEÑOR y… consumió a los perversos, Números 16:35 y Salmo 106:18 (NTV). Nadab y Abiú pecaron y “como consecuencia, un fuego ardiente salió de la presencia del SEÑOR y los consumió por completo…”, Levítico 10:2 (NTV). Los diez espías que “habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová, Número 14:37. Los rebeldes Coré, Datán y Abiram fueron tragados por la tierra (Números 16) y los 14.700 seguidores fueron castigados con la muerte, Números 16:49. En el incidente del becerro de oro perecieron 3.000 personas, Éxodo 32:28. Cuando el pueblo de Israel se entregó a la inmoralidad se desató una plaga y murieron 24.000 personas, Números 25:9. Cuando se quejaron por falta de carne: Dios se enojó… y mató a muchos…”, Salmo 78:31 (PDT). En todos estos casos la muerte prematura fue el resultado del castigo divino. ¿Y qué decir de los 603.550 guerreros que se negaron a entrar en la tierra prometida? El SEÑOR los hirió hasta que todos quedaron eliminados de la comunidad”, Deuteronomio 2:15 (NTV). Todas estas personas murieron antes de tiempo y sin haber cumplido con el propósito de Dios porque fueron desobedientes. El Señor había sido muy claro: “… Yo soy quien les da salud… Si… obedecen al Señor… no les enviaré ninguna… plaga…”, Éxodo 15:26 (TLA y PDT).Les daré la salud, les traeré medicina y haré que gocen de paz y seguridad, Jeremías 33:6 (PDT). Pero si te niegas a obedecer… el SEÑOR te abrumará con plagas indescriptibles… te afligirá… con… enfermedades…”, Deuteronomio 28:58-60 (NTV). La gran lección espiritual que encierran todos estos pasajes es la siguiente: ¡Nos va mejor cuando obedecemos a Dios!
 
Hoy en día la humanidad está detrás de una fórmula que nos asegure vivir más tiempo. Sin embargo no he encontrado un solo portal de noticias, video educativo, artículo periodístico o trabajo de investigación que diga que se puede mejorar la calidad de vida obedeciendo a Dios. La receta de la eterna juventud parece estar relacionada solo con dietas, ejercicios, pensamientos positivos y medicina estética. Lo cierto es que lo único que garantiza beneficios duraderos para la salud integral es la obediencia a Dios: “El ejercicio físico te sirve de algo, pero una vida dedicada a Dios te trae bendiciones en el presente y en el futuro, 1ª Timoteo 4:8 (PDT). El hombre no es solo un ente físico. Lo que nos sucede está relacionado con la forma en la que tratamos a nuestro Creador. La salud de una persona tiene mucho que ver con la forma en que se relaciona con Dios. ¿Qué médico te enseña esto? Israel crecía y prosperaba mientras obedecía a Dios. Pero si lo abandonaban todo se venía abajo: Si obedeces… serás bendito… El SEÑOR… te bendecirá… y te dará prosperidad…”, Deuteronomio 28:2-11 (NTV). En cambio Si no me obedecen… los maldeciré…, Malaquías 2:2 (TLA). “... Así como al Señor le agradó multiplicarte y hacerte prosperar, también le agradará arruinarte y destruirte…”, Deuteronomio 28:63 (BAD). El gran secreto para vivir una vida plena y abundante ha sido revelado: “Manténganse en el camino que el SEÑOR… les ordenó… Entonces tendrán una vida larga y les irá bien…”, Deuteronomio 5:33 (NTV). “… Guarda… mis mandamientos, y tendrás una vida larga y llena de felicidad… tu vida te dará satisfacción, Proverbios 3:1-2 (DHH y NTV). “Afortunado todo el que respeta al Señor… serás feliz y te irá bien en la vida, Salmo 128:1-2 (PDT). “¡Dios bendice a todos los que lo obedecen…! Si tú eres uno de ellos, Dios te bendecirá mucho, Salmo 128:1-2 (TLA). Díganles a los justos que a ellos les irá bien en todo…”, Isaías 3:10 (NTV). ¿Te das cuenta? La obediencia garantiza bienestar mientras que la rebeldía atrae desgracias.
 
La gente se pregunta por qué personas malvadas suelen viven mucho y personas rectas viven poco. Podríamos especular y decir que quizás las personas obedientes cumplieron su misión y ahora disfrutan su recompensa al lado de Dios y que personas malas no han sufrido el castigo divino solo porque Dios está siendo pacientes para que se arrepientan. De todos modos, existen preguntas que el hombre no puede responder. No hemos sido llamados a comprender todo sino a confiar en aquel que sí lo sabe todo. Quizás la mejor respuesta sea la que nos da Salomón: “Un pecador puede hacer muchas maldades y tener larga vida, pero sé que de todas formas es mejor obedecer y respetar a Dios, Eclesiastés 8:12 (PDT). Entonces, ¿es posible vivir menos de lo que Dios ha pensado para nosotros? Por supuesto. El pecado tiene el poder de acortar la vida. Dios tenía pensado para Moisés un ministerio más largo y una vida más extensa. Pero el pecado lo arruinó todo. “Cuando murió, tenía ciento veinte años, gozaba de buena salud y la vista todavía no le fallaba, Deuteronomio 34:7 (TLA). Moisés no murió de viejo o por un problema de salud, ¡murió por desobediente! Una enfermedad puede ser el resultado de vivir en este mundo caído, pero también puede ser la consecuencia de un problema espiritual. Si el origen de una enfermedad es espiritual, ningún médico podrá ayudarnos. Si Herodes no hubiera pecado Dios no le hubiera enviado una enfermedad de muerte. El origen de su padecimiento era espiritual: “Herodes no dio honra a Dios. Por eso un ángel del Señor hizo que se enfermara y murió devorado por los gusanos, Hechos 12:23 (PDT). El rey Ocozías pereció por haber pecado contra Dios: “Esto dice el SEÑOR: nunca te levantarás de la cama donde estás; ten por seguro que morirás…”, 2º Reyes 1:4 (NTV). El rey Joram es otro ejemplo. La Biblia dice que era tan malo que mató a sus hermanos para asegurarse el trono. Además indujo a la gente a apartarse de Dios, 2º Crónicas 21:11. Entonces “… Dios castigó a Joram con una enfermedad… que no tenía curación. Su sufrimiento duró dos largos años… Murió en medio de terribles dolores…”, 2ª Crónicas 21:18-19 (TLA). Entiéndase bien, no todas las enfermedades son el resultado de un pecado pero sí es cierto que muchas personas no sanarán de sus dolencias y no vivirán en paz hasta el día en que ordenen sus vidas delante de Dios. A nadie le gusta sufrir, pero peor es sufrir por algo que podemos evitar. ¡Si obedecemos a Dios evitaremos muchos sufrimientos y además seremos prosperados y bendecidos!
 
¿Habrá tenido algo que ver la saludable y larga vida de Caleb con la fe que tenía? “… El SEÑOR me ha mantenido con vida y buena salud… Ahora tengo ochenta y cinco años. Estoy tan fuerte hoy como cuando Moisés me envió a esa travesía y aún puedo andar y pelear tan bien como lo hacía entonces”, Josué 14:10-11 (NTV). ¿Y qué decir del rey Ezequías? Su obediencia a Dios durante toda su vida fue decisiva para su sanidad: “… Ezequías… oró al SEÑOR: “Acuérdate, oh SEÑOR, que siempre te he sido fiel y te he servido… haciendo siempre lo que te agrada…”, 2º Reyes 20:2-3 (NTV). Entonces Dios le contestó: “… He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días te levantarás de la cama… Te añadiré quince años más de vida…”, 2º Reyes 20:5-6 (NTV). Piensa en tus problemas, desgracias y enfermedades. ¿Son el resultado de un problema espiritual? Quizás digas: “¿cómo saberlo?”. Si pones tu mano en el corazón y contestas sinceramente las siguientes preguntas probablemente tengas la respuesta: ¿Cómo te has estado relacionando con el Señor? ¿Lo tratas bien? ¿Lo respetas, honras y obedeces? Si la respuesta es “no” entonces es hora de volver a hacer las paces con Dios. Si estás en un desierto porque estás peleado con Dios no saldrás de allí si no te amigas con Él nuevamente. ¡Pon tu vida en orden! ¿Por qué seguir sufriendo cuando puedes evitarlo? Recuerda que la desobediencia acarrea sufrimientos; en cambio, la obediencia a Dios te traerá su bendición y protección: Sirve solo al SEÑOR… si lo haces, yo te bendeciré… y te protegeré…, Éxodo 23:25 (NTV).