Claves para una vida bendecida 1/8/2021 #1155

Episode 166,   Aug 02, 2021, 11:34 AM

Pastor Jóse Luis Cinalli
1/8/2021
Claves para una vida bendecida

“… Imiten a Dios… siguiendo el ejemplo de Cristoesfuércense por imitarlo, Efesios 5:1-2 (NTV y BLA). “Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió, 1ª Juan 2:6 (NTV).

Un viejo proverbio africano dice: “si quieres seguir los pasos de tu padre, aprende a caminar como él”. Esto también es cierto en el mundo espiritual. Debemos seguir los pasos de Jesús y vivir como Él vivió.

1)    Jesús vivió alegrando a Dios. “Miren a mi elegido… Él me llena de alegríay me da gran gozo, Mateo 12:18 (TLA) y Marcos 1:11 (NTV). Jesús deleitaba el corazón del Padre porque lo obedecía en todo: Yo siempre hago lo que a él le agrada, Juan 8:29 (TLA). “Yo te di la gloria aquí en la tierra… haciendo todas y cada una de las cosas que me ordenaste”, Juan 17:4 (NTV y NT-BAD). Ninguna otra cosa le produce tanto bienestar a Dios como la obediencia de sus hijos. Y entonces, ¿por qué nos cuesta tanto obedecer? ¡Porque no lo amamos! La obediencia es fruto del amor: El que me obedece… demuestra que me ama de verdad, Juan 14:21 (TLA). Para obedecer a Dios hay que amarlo y para amarlo tenemos que conocerlo. Y Dios solo puede ser conocido en el lugar secreto. ¡El secreto de una vida bendecida comienza en el lugar secreto!

2)    Jesús vivió en comunión con Dios. “Cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, oró mucho a Dios… Y como Cristo siempre fue obediente, Dios contestó su oración, Hebreos 5:7 (TLA). Nuestra obediencia alegra a Dios pero también atrae su bendición. La bendición es el resultado de la obediencia. La obediencia nace del amor. El amor nace del conocimiento, y el conocimiento surge de la intimidad. ¿Lo ves? La clave para vivir bendecido es la comunión con Dios. Ese fue el secreto del éxito ministerial de Jesús. Su gran poder y autoridad provenía de su relación con el Padre, Mateo 7:28-29. Los discípulos oimitaron a Jesús. Priorizaron la oración y tuvieron ministerios extraordinarios: “Nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración…, Hechos 6:4 (BAD). “Nos entregaremos… nos consagraremos… daremos completa atención a la oración y a servir a la Palabra, Hechos 6:4 (LBLA, SA, Kadosh); Hechos 1:14, Hechos 2:42. La autoridad y la fuerza espiritual de una persona provienen de su comunión con Dios. Y el poder permanece en tanto no descuide esa comunión. Observa a Jesús. A pesar de su apretada agenda Él nunca comprometió sus tiempos de oración: “Jesús se hacía cada vez más famoso… Pero siempre buscaba un lugar para estar solo y orar, Lucas 5:15-16 (TLA). La fórmula para vivir bendecido no es un secreto. La comunión con Dios es indispensable. Ninguna otra actividad bajo el cielo produce mejores dividendos que la oración frecuente, persistente y abundante.

3)    Jesús vivió ejercitándose en las disciplinas espirituales. A) Tenía retiros espirituales: “... Solía retirarse a lugares solitarios para orar”, Lucas 5:15-16 (BAD); Juan 6:15. Los retiros de Jesús duraban horas o días, Mateo 4:1. Solía ir solo (Mateo 14:23); o llevaba a sus discípulos: “Jesús... se fue al Monte de los Olivos, como era su costumbre. Los discípulos lo acompañaron. Cuando llegaron al lugar, Jesús les dijo: “Oren...”, Lucas 22:39-40 (TLA). ¿No crees que nos iría mejor si también nosotros hiciéramos retiros espirituales con aquellos que forman parte de nuestro equipo? B) Practicaba vigilias de oración: De madrugada… Jesús se levantó… para ir a orar…”, Marcos 1:35 (DHH). “Jesús subió a un monte… y oró a Dios toda la noche, Lucas 6:12 (NTV). La combinación de todas las disciplinas espirituales libera poder para que nuestra vida produzca resultados asombrosos, Lucas 21:37-38. La autoridad espiritual no se obtiene mediante el conocimiento académico o el liderazgo, sino que nace de la comunión con Dios. Ahora bien, las disciplinas espirituales son útiles si perseveramos en ellas. Muchos creyentes comienzan bien la carrera de la fe. Oran, hacen vigilias y ayunan pero con el paso del tiempo dejan de hacerlo o lo hacen con menos frecuencia y menos entrega. Van aflojando, menguan en su pasión. Jesús nunca se relajó espiritualmente: Con frecuencia… a menudo Jesús se retiraba a lugares donde podía estar solo para orar, Lucas 5:16 (LBLA y PDT). La prioridad de Jesús fue la comunión con el Padre y, si seguimos su ejemplo, seremos tan bendecidos como Él.   

4)    Jesús vivió en dependencia absoluta de Dios. Tenía por costumbre consultar al Padre antes de tomar decisiones importantes. Antes de escoger a sus discípulos “… fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios, Lucas 6:12. Antes de predicar a las multitudes oraba, Marcos 1:35-38. Antes de entregar su vida por la humanidad “se arrodilló y oró: “Padre… te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía”, Lucas 22:41-42 (NTV). Es perentorio seguir el ejemplo de Jesús. Los pastores y líderes deberíamos buscar la dirección de Dios antes de imponer manos y delegar autoridad sobre alguien. Y todo creyente debería buscar la dirección de Dios antes de tomar cualquier decisión importante: Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar, Proverbios 3:6 (NTV). “Pon todo lo que hagas en manos del SEÑOR, y tus planes tendrán éxito”, Proverbios 16:3 (NTV). Dios dijo: Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar…, Salmo 32:8 (LBLA). “Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes seguir, Isaías 48:17 (NTV). ¿Somos de buscar la dirección de Dios antes de tomar decisiones importantes? ¿Estás a punto de comenzar un negocio o un nuevo proyecto ministerial? ¿Tienes en mente involucrarte sentimentalmente con alguna persona? No lo hagas sin antes haber consultado a Dios. Aprende a esperar en Dios y te evitarás grandes dolores de cabeza.    

Una consideración más. Jesús logró que sus discípulos lo acompañaran en todas las disciplinas espirituales que Él practicaba. Logró, aunque con mucho esfuerzo, que hicieran vigilias y retiros de oración, Mateo 17:1; Mateo 26:37. Incluso consiguió que se congregaran tanto como Él lo hacía los días de reposo, Lucas 4:16. Pero hubo una disciplina espiritual que mientras Jesús vivió los apóstoles no practicaron: el ayuno. “¿Por qué tus discípulos no ayunan?...”, Marcos 2:18 (TLA). Los discípulos fueron reticentes a la práctica del ayuno, ¿por qué? Posiblemente minimizaron su poder. En otras palabras, ¡no estaban de acuerdo! ¿Es casualidad que se opusieran a una de las disciplinas espirituales que mayor resultado produce? ¿Habrá tenido algo que ver el enemigo en todo este asunto? No lo dudes. Los discípulos estaban vigilados no solo por los fariseos sino también por el mismo diablo. Jesús tuvo que reprender a Pedro diciéndole: “apártate de mí Satanás”, Mateo 16:23. La Biblia dice que Jesús ayunó 40 días antes de comenzar su ministerio público. Y ese dato es suficiente para concluir que Jesús practicaba el ayuno habitualmente. Nadie corre una maratón sin entrenarse. Lo mismo sucede con el ayuno. Nadie puede ayunar cuarenta días sin estar entrenado en esa disciplina. Cuando la Biblia dice que Jesús le daba alegría al Padre (Mateo 12:18) todavía no había comenzado su ministerio público. Quiere decir que Jesús alegraba a Dios en la intimidad, ejerciendo su ministerio privado mediante las disciplinas espirituales. Jesús oraba, ayunaba y se congregaba desde muy jovencito. Además, estudiaba las Escrituras. Lo sabemos porque a los doce años asombró a los doctores de la ley en el templo. Cuánto bien haríamos los padres en estimular a nuestros hijos desde pequeños a que se ejerciten en las disciplinas espirituales.

Una última observación. Al hablar de la oración siempre ponemos el énfasis en los beneficios que logramos. Pero existe una verdad bíblica ignorada: ¡Dios está interesado en pasar tiempo de calidad con nosotros! Cuando Adán pecó fue Dios quien tomó la iniciativa de restablecer la amistad. ¿Por qué crees que Jesús a menudo sacaba a los enfermos fuera de la ciudad? No era para ‘simplemente’ sanarlos porque eso lo podía hacer en cualquier lado. La verdadera razón nos la explica la misma Biblia: “Jesús lo llevó aparte de la multitud para poder estar a solas con él, Marcos 7:33 (NTV); Marcos 8:23. Dios tiene un interés especial en estar con el objeto de su amor. La pregunta es: ¿correspondemos nosotros a ese interés? Si prestas atención reconocerás que Dios ha tratado de mil maneras diferentes de llamar tu atención. Te ha estado invitando a pasar tiempo con Él. ¿Y cuál ha sido tu reacción? Nuestro desinterés ofende a Dios. Nuestra indiferencia y rechazo constante lo entristece. Postergar o cancelar una cita constituye un verdadero desplante para Dios. Cuando Dios te invite nuevamente a estar con Él no lo ignores. Por otra parte, no esperes a que el sol brille sobre tu vida para responder a ese llamado. Es posible que mil problemas salgan a tu encuentro para arruinar esa cita. El diablo tratará de impedir el retiro, el ayuno, la vigilia o la oración. No esperes que sea fácil acudir a la cita divina. Se necesita determinación. Eso sí, cuando obedezcas tendrás el mejor encuentro de tu día y también la mejor bendición.