Estado civil: ¡CANSADA! 26/9/2021 #1163
Episode 174, Sep 26, 2021, 09:53 PM
Pastor José Luis Cinalli
26/9/2021
Estado civil: ¡CANSADA!
“… Te aconsejo que pongas en manos de Dios todo lo que te preocupa; ¡él te dará su apoyo! ¡Dios nunca deja fracasar a los que lo obedecen!...”, Salmo 55:22 (TLA). “... Cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza a… Dios. Él nos ayudará…”, Hebreos 4:16 (TLA).
Dios le había prometido a Abraham hacer de él una gran nación. Sin embargo, el cumplimiento de esa promesa dependía de dos cosas: que su hijo temiera a Dios y que la mujer con la que se casara también lo hiciera. Nadie puede negar la influencia negativa que representa una persona sin fe en la vida de su cónyuge creyente. Es común que quien no teme a Dios arrastre a su pareja hacia el desastre espiritual. Acuérdate de Jezabel, quien no solo fue causa de tropiezo para su esposo sino para toda la nación: “Nunca nadie se entregó tanto a hacer lo que es malo a los ojos del SEÑOR como Acab, bajo la influencia de su esposa Jezabel”, 1ª Reyes 21:25 (NTV). Tienes que decidir a qué clase de persona amarás. Su carácter y su vida espiritual deben ser más deseables que su apariencia física porque, de lo contrario, echarás a perder no solo tu matrimonio sino tu vida, tu llamado y tu destino final. ¡La incredulidad es muy contagiosa! Abraham lo sabía muy bien, por eso encomendó a su siervo más leal la misión más importante de su vida: “… Vas a jurar por… Dios… que no casarás a mi hijo Isaac con ninguna mujer de Canaán. Más bien, ve a mi tierra y busca entre mis familiares una esposa para él”, Génesis 24:3-4 (TLA). ¿Qué es lo que Abraham deseaba de su nuera? ¿Belleza? ¿Riqueza? ¿Estirpe real? ¿Cualidades académicas? Nada de eso. Lo único que le importa es que la chica sea espiritual. Abraham quiere que su hijo se case con una mujer que tema a Dios.
Entonces, el siervo Eliezer sale con la misión de buscarle esposa al hijo de Abraham pero no sin la dirección de Dios: “El Señor te va a mandar un ángel para que tú puedas elegir allá una esposa para mi hijo”, Génesis 24:7 (PDT). ¿Qué habrá pensado Isaac del atrevido plan de su padre? La Biblia no lo dice, pero seguramente debe haberlo increpado diciéndole que no se casaría con alguien que no conocía. El plan de Abraham era demasiado arriesgado si no fuera porque confió la misión a Dios. La verdadera fe exige confianza. Y Abraham confiaba en que Dios guiaría a su siervo a escoger la mujer ideal, la esposa que daría origen a una gran nación. ¿Se habrá preguntado Isaac si la mujer que el siervo traería sería linda? Claro que sí. Y, ¿qué respuesta le habrá dado su padre? Conociendo a Abraham no podemos imaginar una respuesta diferente a esta: “Hijo mío, ¡Dios siempre nos ofrece lo mejor!”. El padre de la fe confió ciegamente la misión a Dios. Y Dios no lo defraudó: “Dios no defraudará a los que confíen en él”, Romanos 9:33 (TLA). “… Todo el que acuda a él en busca de ayuda, la encontrará”, Salmo 34:22 (PDT).
Es admirable la confianza que no solo Abraham tenía en Dios, sino también su siervo Eliezer. Cuando llega a la ciudad de Nacor ora a Dios en estos términos: “Dios… haz que hoy me vaya bien. Mírame aquí, junto a este pozo… permite que la muchacha a quien le pida que me dé a beber agua de su cántaro, no sólo me dé agua a mí sino también a los camellos. Así sabré que… ella es la mujer que has elegido para Isaac, quien siempre te obedece en todo. Todavía no había terminado de orar… cuando llegó Rebeca…”, Génesis 24:12-15 (TLA). El siervo le pide a Dios que le muestre la mujer que sería la esposa de Isaac. Y ni bien lo supo “se inclinó y dio gracias a Dios”, Génesis 24:26 (TLA). El siervo dijo: “… Alabé al SEÑOR… porque me había guiado directamente a la sobrina de mi amo, para que ella sea la esposa de su hijo”, Génesis 24:48 (NTV). ¡Cuántas lecciones espirituales! Abraham confía en Dios la elección de la esposa para su hijo. Su siervo confía en que Dios le mostrará la mujer indicada. Y luego encontramos a Dios quién se complace en responder rápidamente la oración de “quien siempre le obedece en todo”, Génesis 24:14 (TLA). Abraham confía en Dios, Eliezer confía en Dios e Isaac confía en Dios. Nada puede salir mal. ¡Y nada salió mal! La enseñanza es clara: ¡involucremos a Dios en todos nuestros asuntos y todo nos irá bien! “Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar”, Proverbios 3:6 (NTV). “Pon todo lo que hagas en manos del SEÑOR, y tus planes tendrán éxito”, Proverbios 16:3 (NTV). “Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar…”, Salmo 32:8 (LBLA). “Yo soy el SEÑOR… que te enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes seguir”, Isaías 48:17 (NTV). ¿Eres de buscar la dirección divina antes de tomar decisiones importantes? ¿Estás a punto de comenzar un negocio o un nuevo proyecto ministerial? ¿Tienes en mente involucrarte sentimentalmente con alguna persona? No lo hagas sin antes haber consultado a Dios. Confía en Dios y te evitarás grandes dolores de cabeza.
Pongamos ahora la mirada en Rebeca, la escogida de Dios para Isaac: “La joven era muy hermosa, y además virgen, pues no había tenido relaciones sexuales con ningún hombre…”, Génesis 24:16 (BAD). La preferida del Señor era bella por fuera y bella por dentro. Rebeca era una mujer santa, hospedadora (versículo 28) y voluntariosa. ¿Qué clase de chica le daría de beber a diez camellos de alguien que no conoce? Rebeca lo hizo: “Cuando ya el criado había bebido, ella le dijo: —Voy también a sacar agua para que tus camellos beban todo lo que quieran. De inmediato vació su cántaro en el bebedero, y volvió corriendo al pozo para buscar más agua… hasta que hubo suficiente agua para todos los camellos”, Génesis 24:19-20 (BAD). ¿Recuerdas lo que Abraham pretendía de su nuera? ¡Que fuera espiritual y temiera a Dios! Y Rebeca lo era. ¿Cómo lo sabemos? Por la actitud que tomó después de escuchar el testimonio de Eliezer. Los padres llamaron a Rebeca y le preguntaron: “¿Estás dispuesta a irte con este hombre?... “Sí”, contestó, “iré”, Génesis 24:58 (NTV). Rebeca era una mujer de fe. Estuvo dispuesta a dejar su patria y su familia para ir a la tierra prometida. Sin haber visto a Isaac todavía, ni tampoco su herencia, creyó que era la escogida de Dios para dar continuidad a la promesa de una gran nación. ¡Qué mujer espiritual era Rebeca!
La historia de amor entre Isaac y Rebeca contiene mucho más que letra para una gran película hollywoodense, contiene principios espirituales que debemos practicar si queremos ser bendecidos:
1) Los creyentes deben casarse con creyentes: “No se unan... en un mismo yugo con los que no creen... No puede haber armonía entre... un creyente y un incrédulo”, 2ª Corintios 6:14-15 (DHH). ¡El secreto de un matrimonio con futuro es la dependencia de los cónyuges de Dios! Para tener un matrimonio feliz no alcanza con que tú ames y temas a Dios. Es necesario que tu pareja también lo haga. El amor por Dios debe ser la pasión común en ambos.
2) Permite que Dios elija tu pareja. “... Los que confían en mí no serán defraudados”, Isaías 49:23 (PDT). Isaac oró y Dios le dio a Rebeca. “... Una buena esposa es un regalo del Señor”, Proverbios 19:14 (PDT). ¿Quieres encontrar el compañero/a adecuado? ¡Pregúntale a Dios y no te equivocarás en la elección! Inclínate y ora. Son mejores las marcas en las rodillas que las marcas en el corazón.
3) Los padres deben procurar que sus hijos se casen con personas de la misma fe, y luego darles su bendición: “Su familia la despidió con esta bendición: “… Deseamos que llegues a tener miles y miles de descendientes, y que ellos lleguen a conquistar las ciudades de sus enemigos”, Génesis 24:60 (TLA). El matrimonio de un hijo debe ser motivo de profunda preocupación y mucha oración para los padres. Los tiempos de oración no son tiempos perdidos.
4) Dios siempre nos ofrece lo mejor. “Isaac salió a caminar por el campo hacia el atardecer para meditar… y orar”, Génesis 24:63 (Kadosh y RVG). Isaac tenía la sana costumbre de practicar caminatas de oración todas las tardes. Y un día, mientras él está orando por su esposa, Dios se la está enviando ‘encima de un camello’: “Mientras caminaba… y meditaba, levantó la vista y vio que se acercaban los camellos. Cuando Rebeca levantó la vista y vio a Isaac, se bajó enseguida del camello… Luego Isaac la llevó a la carpa de Sara, su madre, y Rebeca fue su esposa. Él la amó profundamente, y ella fue para él un consuelo especial después de la muerte de su madre”, Génesis 24:63-67 (NTV). Primer acto: Abraham confía en Dios la preocupación de encontrar esposa para su hijo. Segundo acto: Eliezer confía en Dios la misión de encontrar la esposa para el hijo de su amo. Tercer acto: Isaac ora para que Dios escoja su esposa. ¿Cómo se llama la obra? “Todo lo que Dios hace es perfecto” o “cuando uno confía en Dios, fracasar resulta imposible”. La fe del creyente reconoce que “Dios guía”, “Dios bendice” y “Dios hace prosperar todos nuestros caminos”.