Mentiras que creemos acerca de Dios 17/4/2022 #1192
Episode 203, Apr 17, 2022, 08:48 PM
Pastor José Luis Cinalli
17/4/2022
17/4/2022
Mentiras que creemos acerca de Dios
“Estoy horrorizado de que… estén apartándose tan pronto de Dios… Están siguiendo un evangelio diferente, que aparenta ser la Buena Noticia, pero no lo es en absoluto. Están siendo engañados… Si alguien… les predica otra Buena Noticia… que le caiga la maldición de Dios”, Gálatas 1:6-8 (NTV).
El que Satanás tenga su propio evangelio no tiene por qué sorprendernos, ya que él es un imitador consumado de las cosas de Dios. ¿Qué dice el evangelio del diablo? Mentiras acerca de Dios que aparentan ser verdad. El evangelio del diablo está especialmente difundido en la iglesia del Señor y es más creído por los cristianos que la misma Biblia. Una de sus mentiras dice que Dios no castiga porque Dios es bueno. Por supuesto que lo es, pero decir que Dios no castiga es una mentira que disminuye la santidad de Dios, le resta importancia a la gravedad del pecado y le quita poder a la cruz. La verdad es que Cristo murió en lugar de los pecadores, asumiendo la pena y el castigo que ellos merecían. En la cruz, Cristo fue castigado en nuestro lugar. La ira de Dios cayó sobre Él en lugar de haber caído sobre nosotros. Él asumió el castigo por nuestra desobediencia y lo hizo voluntariamente. Cuidado con malinterpretar las Escrituras. No tenemos un Dios enojado desquitándose con su hijo para resolver el problema del pecado de la gente. Cristo no fue víctima, Él ofreció voluntariamente su vida y asumió el castigo que nosotros merecíamos por nuestros pecados. Nadie lo obligó a sufrir y morir: “Nadie puede quitarme la vida sino que yo la entrego voluntariamente en sacrificio…”, Juan 10:18 (NTV).
La cruz revela tres cosas: 1) el pecado es muy grave. 2) Dios es muy santo. 3) Jesús es muy bueno. El pecado es tan grave que “Dios lo castiga con la muerte”, Santiago 1:15 (NT-BAD); Ezequiel 18:4; Romanos 6:23. Pablo dijo: “qué terrible es el pecado”, Romanos 7:13 (NTV). Tan terrible es que el pecado de un solo hombre trajo muerte a toda la humanidad, Romanos 5:12 y 17. ¡Pecado es sinónimo de muerte! Muerte espiritual y eterna. Incluso hay creyentes que mueren prematuramente a causa del pecado sin resolver. Ananías es un ejemplo (Hechos 5:5), su esposa Safira es otro, Hechos 5:10. Y, ¿qué decir de Coré, Datán, Abiram? El pecado los dejó sin ministerio y les acortó la vida, Números 16. ¿No estás convencido acerca del mortal pecado? Entonces recordemos la historia de Acán. “... Él no fue el único que murió a causa de su pecado”, Josué 22:20 (NTV). También sus hijos e hijas, Josué 7:24:25. Por todo lo dicho, el evangelio que rebaja la gravedad del pecado es del diablo. El evangelio puro de Dios refleja claramente la malignidad del pecado y también la santidad de Dios, quién no pasará por alto el pecado. Dios es cariñoso, pero no blando. Dios es bueno y misericordioso, pero se indigna con la injusticia y castiga a los pecadores: “Dios muestra su ira castigando… a toda la gente mala…”, Romanos 1:18 (DHH).
Ahora bien, Dios fue tan bueno que hizo provisión para que alguien sufriera y fuera castigado en nuestro lugar: “… Dios envió a Jesucristo para que sufriera el castigo de nuestros pecados y extinguiera el enojo de Dios contra nosotros. El usó la sangre de Cristo y nuestra fe para salvarnos de la ira divina…”, Romanos 3:25-26 (NT-BAD). Dios no tenía ninguna necesidad de enviar a su hijo para que tomara nuestro lugar. Pero lo hizo. Él debería haber dejado que fuéramos castigados por nuestros pecados; es decir que la ira de Dios cayera sobre nosotros. Y, ¿por qué nos ofrece un sustituto para que no seamos castigados? ¡Porque nos ama! “En esto consiste el amor… en que… Dios… envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados”, 1ª Juan 4:10 (NVI). Dios no quería simplemente castigar el pecado sino salvar a los pecadores. A Dios le interesa tu vida y la de todo el mundo.
La idea de un Dios airado, castigando al pecador, no entra en la cabeza de muchos creyentes. ¿Por qué? Porque han creído la mentira de que Dios es tan bueno que al final perdonará a todos. Y eso no es verdad. La ira de Dios está dirigida a las personas pecadoras y no solo a Satanás y sus demonios. En el A.T. se menciona la rebeldía del pueblo de Israel. Dios les tuvo paciencia advirtiéndoles muchas veces para que se apartaran del pecado, pero ellos no lo hicieron. Finalmente la misericordia de Dios dio lugar a su ira: “Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaron sus mensajes… hasta que finalmente el Señor descargó su ira contra su pueblo y ya no hubo remedio”, 2º Crónicas 36:16 (PDT). “¿Quién puede comprender el poder de tu enojo? Tu ira es tan imponente como el temor que mereces”, Salmo 90:11 (NTV). “Cuando nuestro Dios se enoja, las piedras se hacen polvo… cuando nuestro Dios se enoja, nadie puede mantenerse firme”, Nahúm 1:6 (TLA). “... El Señor es… el Rey eterno. Cuando se enoja, tiembla la tierra; las naciones no pueden hacer frente a su ira”, Jeremías 10:10 (PDT). La lista de pasajes en relación a la ira de Dios es interminable. Ahora bien, ¿quiénes serán alcanzados por la ira de Dios? Solos los pecadores: “Dios muestra su ira… contra todos los que son pecadores y perversos”, Romanos 1:18 (NTV). “… El enojo del SEÑOR estalla… sobre las cabezas de los perversos…”, Jeremías 30:23 (NTV). “Si alguien… comete el pecado de rechazar al Salvador… lo único que le queda es esperar el terrible juicio y el fuego ardiente con que en su ira Dios ha de consumir a sus enemigos”, Hebreos 10:26-27 (NT-BAD). Pablo dice que las personas no salvas son “hijos de ira”, Efesios 2:3.
¿Cómo puede una persona evitar la ira de Dios y escapar de la condenación eterna? La respuesta está en la cruz y en la sangre de Cristo: “Jesús… nos salva del castigo que el mundo va a recibir por su pecado”, 1ª Tesalonicenses 1:10 (PDT). “…Seremos salvos de la ira de Dios…”, Romanos 5:9 (PDT). “… Y todo el que invoque el nombre del Señor escapará con vida…”, Joel 2:32 (BAD). La sangre de Cristo es vital. En el A.T. está representado por la pascua. Los israelitas debían pintar con sangre de un cordero perfecto los dinteles de las puertas para evitar que Dios matara a los primogénitos. La casa que no estuviera pintada de sangre era castigada por el ángel de la muerte. Todo eso prefiguraba al cordero de Dios, Cristo Jesús. “Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados… Todos andábamos perdidos… pero Dios hizo recaer en su fiel servidor el castigo que nosotros merecíamos”, Isaías 53:5 (NVI) y 6 (TLA). Cristo aceptó nuestro castigo voluntariamente. Tomó nuestro lugar. Por eso estamos en deuda con Cristo. La muerte de Jesús debería inspirarnos a la gratitud, al gozo y a la adoración.
¿Qué hace entonces la sangre de Cristo?
A) Limpia a los pecadores: “… Su sangre limpia nuestra conciencia… para que podamos servir a Dios”, Hebreos 9:14 (DHH). “La sangre de Jesús… nos limpia de todo pecado”, 1ª Juan 1:7 (NTV). “… Gracias a la sangre que Jesús derramó… hemos sido perdonados de nuestros pecados…”, Hebreos 12:24 (TLA).
B) Destruyó a Satanás: “Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”, Colosenses 2:15 (RV1995).
C) Apaga la ira de Dios por nuestros pecados: “… Dios envió a Jesucristo para que… extinguiera el enojo de Dios contra nosotros. El usó la sangre de Cristo… para salvarnos de la ira divina…”, Romanos 3:25-26 (NT-BAD).
En definitiva, la ira de Dios queda detenida si por fe nos refugiamos en Cristo y nos apropiamos de su obra sustitutoria. Someternos a Dios nos aleja de su enojo: “No sean tercos… sométanse al SEÑOR… para que su ira feroz se aleje de ustedes”, 2º Crónicas 30:8 (NTV). “…“Busquen al Señor… y sigan sus mandamientos. Procuren hacer lo que es correcto y vivir con humildad… Así… podrán salvarse el día en que el Señor muestre su furia”, Sofonías 2:3 (NTV, PDT). Además, nos asegura la vida eterna: “A los que pertenecen a Jesucristo ya no les espera ninguna condenación”, Romanos 8:1 (NT-BAD). Solo aquel que rechaza el mensaje del evangelio queda bajo la ira de Dios y en eterna condenación: “Los que no creen en El ni lo obedecen, jamás verán el cielo. ¡La ira de Dios permanece sobre ellos!”, Juan 3:36b (NT-BAD). Queda claro: ¡si no nos acogemos a la gracia presente seremos envueltos en la ira divina! El único remedio para el FUEGO DEL INFIERNO es el FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO. ¿Cuál será tu elección? Quiera Dios que llegue el momento en que digas no solo que Cristo murió sino: ¡Cristo murió por mí!