¡Prohibido rendirse, confía en Dios y sigue adelante! La perseverancia 15/9/2022 #1213J
Episode 225, Sep 18, 2022, 09:16 PM
Pastor José Luis Cinalli – 15/9/2022 (#1213J)
¡Prohibido rendirse, confía en Dios y sigue adelante!
La perseverancia
¡Prohibido rendirse, confía en Dios y sigue adelante!
La perseverancia
“La parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra… y la retienen; y como perseveran, producen una buena cosecha”, Lucas 8:15 (BAD).
Según Jesús la clave para tener una vida plena, fructífera y victoriosa es la perseverancia. Pero, ¿perseverar en qué?:
1. En la oración: “… Orar siempre y no cansarse nunca”, Lucas 18:1 (SA). “La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea perseverante”, Santiago 5:16 (BLA). “...Cuando oren al Señor, muéstrense constantes”, Romanos 12:12 (TLA). “Orad constantemente… sin cesar”, 1º Tesalonicenses 5:17 (NVP, BAD). La insistencia arrebata bendiciones. David es nuestro ejemplo: “Mañana, tarde y noche clamo… y el SEÑOR oye mi voz”, Salmo 55:17 (NTV). Jacob fue bendecido debido a su tenaz perseverancia: “No te dejaré ir a menos que me des tu bendición”, Génesis 32:26 (PDT). Nehemías obtuvo el favor del rey porque había prevalecido en oración delante de Dios día y noche, Nehemías 1:6. El crecimiento expansivo de la primitiva iglesia tuvo lugar porque “perseveraban en… las oraciones”, Hechos 2:42. Si no perseveras en la oración no tendrás una vida bendecida.
2. En las vigilias de oración y en los ayunos.“Sean constantes en la oración, quédense velando…”, Colosenses 4:2 (BLA). “Levántate y clama por las noches, cuando empiece la vigilancia nocturna…”, Jeremías 2:19 (BAD).“… Velen… y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca…”, Efesios 6:18 (BLA).
3. En el servicio y la predicación: “Yo sé lo que has estado haciendo, cuán arduamente has trabajado, cómo has perseverado…”, Apocalipsis 2:2 (DA). Nuestra misión es proclamar el mensaje de salvación y llevar vida eterna a los perdidos de este mundo. Jesús dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos”, Marcos 16:15 (NTV). Pablo expresó: “Enseñar las buenas noticias… Es solo mi obligación. Y pobre de mí si no lo hago”, 1ª Corintios 9:16 (PDT).
4. En buscar su voluntad. Jesús oró tres veces en el Getsemaní la misma oración, Mateo 26. No se rindió hasta que supo cuál era la voluntad del Padre para él. Y la perseverancia con la que Él buscó el conocimiento de Dios debería ser nuestro ejemplo. Pablo le pidió a Dios tres veces ser librado del aguijó que tenía en la carne pero el Señor le dijo: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”, 2ª Corintios 12:9.
5. En hacer la voluntad de Dios. “Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido”, Hebreos 10:36 (NTV). La bendición llega solo para los que perseveran: “Al que... siga haciendo hasta el final lo que yo pido, le daré poder sobre todas las naciones”, Apocalipsis 2:26 (PDT). “... Sigue tu camino hasta el final... y luego… te levantarás para recibir tu recompensa”, Daniel 12:13 (PDT). Perseveremos pero en las cosas que realmente tienen valor eterno. Recuerda lo que dijo el sabio Salomón: “Terminar una obra vale más que comenzarla...”, Eclesiastés 7:8 (BL95).
6. En esperar el cumplimiento de sus promesas.“Si sigues tocando a la puerta el tiempo suficiente, él se levantará y te dará lo que necesitas… Así que les digo, sigan pidiendo y recibirán lo que piden...”, Lucas 11:8-9 (NTV). Muchos de los que oran jamás reciben porque jamás perseveran. Solo el fervor y la constancia arrebatan bendiciones. El padre de la fe es nuestro ejemplo: “... Abraham esperó con paciencia y recibió lo que Dios le había prometido”, Hebreos 6:15 (NTV). La lección de la parábola de la viuda inoportuna es una sola: ¡hay que orar hasta que la oración sea contestada! Y solo los que prevalecen delante de Dios se llevan la bendición. ¿Serás uno de ellos?
7. En congregarse. “… No descuidemos… el deber que tenemos de asistir a la iglesia…”, Hebreos 10:25 (NT-BAD).La iglesia nació con unos pocos creyentes reunidos, unidos y orando: “Todos se congregaban para... perseverar unánimes en la oración”, Hechos 2:42 (CST). Aquella primera iglesia creció a 120 personas y, ¿qué dice la Biblia de ellos? Que se reunían para orar, Hechos 2:1. Luego de que Pedro predicara 3.000 personas se convirtieron. Y, ¿qué dice la Biblia? “TODOS los creyentes perseveraban… en la comunión… y en las oraciones”, Hechos 2:42 (NTV). La iglesia siguió creciendo hasta alcanzar el número de 5.000 hombres, Hechos 4:4. ¿Y qué pasaba con ellos? Estaban reunidos en oración, Hechos 4:31. Está claro entonces que la perseverancia en la reunión de oración fue la clave para el impacto mundial de aquella primera iglesia.
8. En buscar a Dios. “Busquen al SEÑOR…, búsquenlo continuamente”, 1º Crónicas 16:11 (NTV). Buscar al Señor significa dos cosas: buscar su presencia, es decir, buscar a Dios antes que sus cosas, y orar hasta recibir su respuesta: “… Orar con perseverancia… hasta que la respuesta llegue”, Lucas 18:1 (NT-BAD).
9. En la santidad. Sin santidad nos da acceso a la presencia de Dios: “Salgan… apártense… No toquen… cosas inmundas y yo los recibiré”, 2ª Corintios 6:17 (NTV). Pero además, la productividad depende de nuestra purificación: “Si te mantienes alejado del pecado, serás como vasija de oro purísimo… que Cristo podrá usar para sus más elevados propósitos”, 2ª Timoteo 2:21 (NT BAD). ¿Lo ves? La vida fructífera comienza con la limpieza.
10. En la fe. “Afortunado el que mantiene la fe... porque Dios le dará un premio...”, Santiago 1:12 (PDT). Vivimos por debajo de lo que Dios espera porque la falta de perseverancia. Pero cuidado. La perseverancia que vale tiene que ver con los recursos espirituales. El impacto por no perseverar en el arte de tirarle flecha a las avispas africanas no es nada comparado con el de rendirse en las disciplinas espirituales. Tomemos por ejemplo al padre de la fe. Abraham se presentó ante Dios pidiendo por Sodoma. Le pidió que no la destruyera por amor a 50 justo. Pero no había esa cantidad de personas rectas. Entonces pidió por 45 y luego por 40, 30, y cuando llegó a 20 dijo: “Por favor, mi Señor, no te enojes conmigo… voy a hablar tan solo esta vez y no volveré a molestarte: ¿qué harás, en caso de encontrar únicamente diez? Y el Señor le dijo: —Hasta por esos diez, no destruiré la ciudad”, Génesis 18:32 (DHH). Abraham dijo: “no te enojes conmigo… voy a hablar tan solo esta vez y no volveré a molestarte”, como si temiera de haber presentado a la tesorería de la gracia un asunto demasiado grande, o como si se hubiera olvidado de que la demanda de la fe siempre ha sido reconocida y honrada en la tesorería divina. Dios no estaba apurado, al contrario escuchó con paciencia todas las peticiones de su siervo. Sin embargo hubo estrechez en la petición de Abraham. Le faltó fe. Abraham dejó de pedir, Dios dejó de dar. Un caso muy diferente fue el de la mujer sirofenicia. La liberación de su hija fue un premio a su perseverancia, Marcos 7:24-30. Y qué decir del ciego Bartimeo que pese a ser amenazado para que se callara gritaba aún más esperando ser sanado, Marcos 10:47. Y lo fue gracias a su fe. Su sanidad fue el resultado de su perseverancia. El principio espiritual es muy claro: ¡si no perseveras no obtienes bendición!