Cuándo somos más vulnerables a la depresión y el desaliento 6/8/2023 #1259

Episode 281,   Aug 06, 2023, 08:20 PM

Pastor José Luis Cinalli
6/8/2023
Cuándo somos más vulnerables a la depresión y el desaliento

“... Jezabel mandó un mensajero a decirle a Elías: “Te voy a matar…”. Cuando Elías supo esto, se asustó tanto que huyó…  estaba tan triste que se quería morir. Le decía a Dios: “¡Dios, ya no aguanto más! Quítame la vida...”, 1º Reyes 19:2-4 (TLA).
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¿Cuándo somos más vulnerables a las mentiras del Mentiroso? ¿En qué circunstancias el diablo es más efectivo en su trabajo de arruinar nuestra fe y arrastrarnos lejos de los propósitos de Dios para nuestras vidas? Cuando estamos cansados o después de una gran victoria. Es común que tras una victoria que se desea por largo tiempo el cuervo gris de la depresión empiece a revolotear sobre nuestras cabezas. Elías experimentó la intensidad del desaliento después de sus más grandes logros espirituales: la derrota de los sacerdotes de Baal y la respuesta a su oración por lluvia. Su ‘triunfazo’ dejó a Jezabel sin aduladores, por lo que herida en su orgullo prometió matar al profeta en menos de 24 horas. ¿Logró su cometido? Claro que no. Elías estaba protegido por Dios. Entonces, limitada en su autoridad recurrió a la amenaza. ¡El arma más efectiva del diablo son las palabras! Piensa en Goliat. ¿Dónde radicaba su verdadero poder? ¿En su tamaño o en su voz? Aquel paladín filisteo había logrado atrincherar a todo el ejército israelita solo con sus palabras: “Cuando Saúl y el ejército… oyeron al… filisteo… se llenaron de miedo, 1º Samuel 17:11 (RVC). El diablo no siempre nos miente, pero siempre nos confunde. Por tal motivo, ¡no escuches lo que te diga! Recuerda que la fe viene por el oír, pero también se va por el oír. Selecciona muy bien lo que entra en tus oídos porque tu misión y tu destino eterno dependen de eso.

El mismo día en que Elías vio a toda una nación volverse a Dios se hundió en el desánimo. Aquel titán de la fe se deprimió al punto de quererse morir: “... Estaba tan triste que se quería morir. Le decía a Dios: “… ya no aguanto más. Quítame la vida…, 1º Reyes 19:4 (TLA). Este poderoso varón de oración, lo suficientemente poderoso como para hacer que no lloviera por tres años y medio y, lo suficientemente poderoso como para hacer que volviera a llover, ahora oraba para que Dios le quitara la vida. ¿Qué le pasó a este coloso de la fe? Escuchó las palabras de Jezabel. ¡Cuán vulnerables podemos ser ante las mentiras del Mentiroso! Y, ¿cómo fue que llegaron a sus oídos las amenazadoras palabras de aquella reina bruja? Elías festejaba su victoria cerca del palacio. Después de su gran hazaña, el profeta se relajó espiritualmente y bajó la guardia. Luego de haber terminado su trabajo para Dios Elías debió haber vuelto a su ‘escondite secreto’, junto a Dios, en el desierto. Sin embargo, Elías escogió ‘descorchar la botella del campeonato’ en el lugar equivocado. Los descuidos espirituales suelen ser trágicos.  

Remarquemos este gran principio espiritual. Elías escuchó el mensaje de Jezabel y se deprimió. ¿Y cómo hizo Jezabel para encontrar al profeta, cuando nadie, ni siquiera el propio rey pudo hacerlo? Elías no estaba en el lugar donde Dios lo quería y donde Dios lo protegía. Recuerda que el profeta permanecía oculto salvo que Dios tuviera una misión especial para él. Así fue como un día Dios le dijo que le llevara un mensaje al rey Acab. En el camino se encontró con Abdías, el encargado del palacio, a quien le dijo que le comunicara al monarca su deseo de verlo. Lo que Abdías dijo es sorprendente para nuestro estudio: “… El rey te ha buscado en cada nación y reino de la tierra, desde un extremo hasta el otro ha procurado encontrarte… Y ahora tú me dices: “ve y dile a tu amo: ‘Elías está aquí’. Apenas yo te deje, el Espíritu del SEÑOR te llevará a quién sabe dónde y cuando Acab llegue aquí y no te encuentre, me matará…”, 1º Reyes 18:10-12 (NTV). Elías era intocable. Sus enemigos no podían hacerle daño porque Dios lo tenía escondido. ¿Dónde? En su presencia. “… Grande es la bondad que has reservado para los que te temen… Los escondes en el refugio de tu presencia, a salvo de los que conspiran contra ellos. Los proteges en tu presencia, los alejas de las lenguas acusadoras”, Salmo 31:19-20 (NTV). En secreto, junto a ti los escondes, lejos de las intrigas de los hombres; los mantienes ocultos en tu carpa, Salmo 31:20 (BLA). Un día “el rey mandó… que arrestaran a Baruc… y al profeta Jeremías, pero el Señor los había escondido, Jeremías 36:26 (NTV). David dijo: “Tú eres mi escondite”, Salmo 32:7 (NTV). Y luego agregó: A la sombra de tus alas me refugio hasta que pase la calamidad”, Salmo 57:2 (BDA2010). “Él es quien me tuvo escondido en su Tabernáculo…”, Salmo 27:5 (ORO). Ahora bien, si Dios protegía a Elías, ¿por qué Jezabel lo encontró tan fácilmente? Porque Elías no estaba en ‘su escondite secreto’. Y eso lo sabemos porque Dios se lo recriminó dos veces el día en que lo encontró huyendo: “¿Qué haces aquí Elías?... Regresa por el mismo camino”, 1º Reyes 19:9 y 15. En otras palabras: “¿por qué abandonaste tu lugar?”. Después de su estrepitosa victoria contra el mundo demoníaco Elías debió haber vuelto ‘al refugio’. El solo hecho de que fuera fácilmente encontrado por Jezabel es una clara evidencia de que Elías no estaba en el lugar correcto. Cuando perdemos nuestro lugar de privilegio, recostados en el pecho de nuestro Señor, las saetas envenenadas del infierno llueven con mayor intensidad.   

Cuidado con relajarnos espiritualmente. No es bueno para nuestra salud integral saltearnos algunas citas con Dios. Al igual que algunas verduritas cada tanto no hacen ninguna diferencia en nuestra salud física, las vigilias, los ayunos y los retiros espirituales esporádicos tampoco traen demasiados beneficios a nuestra salud integral. Las disciplinas espirituales deben ser un estilo de vida o no habrá salud. Y, ¿cuándo solemos ser más vulnerables a los ataques satánicos? Cuando la vida nos sonríe. En tiempos de bonanza solemos aflojarnos. Y el ‘descanso’ suele ser el inicio de la caída. Al igual que a David, las batallas nos mantienen fuertes, pero el ‘descanso’ nos debilita. La ‘siestita’ espiritual que Elías se tomó fue fatal al punto que algunos piensan que Elías tuvo que ser reemplazado en su ministerio. Y no es descabellado, ya que después de aquel fatídico incidente Dios le pidió que ungiera a Eliseo como su sucesor. ¡Qué serio es todo este asunto! “El que piensa estar firme, mire que no caiga”, 1ª Corintios 10:12. Elías fracasó en el área de su mayor fortaleza. Salomón, el hombre más sabio se perdió por necio. Moisés, el hombre más manso, perdió la tierra prometida por un arranque de enojo. Abraham falló en la fe y Job en su paciencia. Del mismo modo Elías, el hombre más valiente de todos, huyó y arruinó su ministerio por abandonar el desierto. Qué tragedia: ¡Elías se rindió ante las palabras intimidantes de Jezabel y fue desplazado de su misión divina! Y todo por abandonar el lugar secreto.

Esta tremenda revelación la recibimos en una caminata de oración después de terminado el XIII Congreso Familias Bendecidas. En el crepúsculo de la tarde y en medio de un exuberante sendero de árboles autóctonos en la provincia de Misiones, Dios nos habló. En su misericordia nos reveló  la importancia de velar y no relajarnos nunca. Después de una gran victoria espiritual debemos volver a la montaña para dar gracias a Dios y ponernos bajo el amparo del Omnipotente. ¿Dónde fue Jesús después de su gran victoria en la multiplicación de los panes? Al Monte: Enseguida… despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”, Mateo 14:22-23. Después de semejantes señales milagrosas la gente se acercó para convertirlo en rey. Y, ¿qué hizo Jesús? Enfiló sus pasos hacia el monte para orar. “… Como Jesús se dio cuenta de que querían llevárselo a la fuerza para hacerlo rey, se retiró otra vez a lo alto del cerro, para estar solo, Juan 6:15 (DHH). Cuidado con los ofrecimientos. La tentación no siempre se presenta en envases repletos de curvas sino en forma de cargos, trabajos o promesas de ascensos. Considera los ambientes que frecuentas. Considera tu llamado y no te dejes seducir por las tentadoras ofertas que se presentan engañosamente como regalos del cielo.

Nota. La flecha envenenada del desánimo atravesó el corazón del profeta Elías. Sin esperanza huyó de su llamado. Y, ¿qué hizo Dios? ¿Le quitó la vida como él quería? No. De hecho Elías fue uno de los pocos hombres en el mundo que jamás murió. Al contrario, en su infinita paciencia y misericordia lo llevó al monte Horeb, el monte de Dios. El Señor tomó en sus brazos al abatido profeta y lo sanó de su depresión espiritual. En primer lugar le dio de comer. Algunas veces la cosa más espiritual que una persona puede hacer es solamente tomar suficiente descanso y refrigerio. Luego, renovó su visión y llamamiento. Fue entonces, que vigorizado por un retiro espiritual de cuarenta días de oración y ayuno, salió con el poder del Espíritu para enfrentar nuevamente la casa de Acab y destruir, de una vez por todas, aquella fortaleza espiritual encabezada por la bruja Jezabel. ¿Has sido alcanzado por las saetas del desánimo y la depresión? ¿Existe alguna fuerza de maldad que se haya apoderado de tu vida, familia o ministerio? Viaja al desierto y derrótalas con las invencibles armas del Dios Todopoderoso: ¡retiro, oración y ayuno!