El secreto de la protección espiritual 11/2/2024 #1286
Episode 308, Feb 11, 08:56 PM
Pastor José Luis Cinalli
11/2/2024
El secreto de la protección espiritual
11/2/2024
El secreto de la protección espiritual
“… Antes del amanecer… fue a un lugar aislado… desierto (RV60)… solitario (TLA)… para orar”, Marcos 1:35 (NTV); 6:46, 14:32; Mateo 14:23.
¡Dios está en el lugar secreto! “… Tu Padre… está en lo secreto”, Mateo 6:6 (BAD). ¡Dios nos escucha en el lugar secreto! “… Habla… en secreto con Dios… pues él da lo que se le pide en secreto”, Mateo 6:6 (TLA). ¡Dios nos habla en el lugar secreto! “Te respondí en lo secreto…”, Salmo 81:7. Y, ¡Dios nos protege en el lugar secreto! “El que habita en el retiro… en el secreto (Jer. 1976)… del Altísimo… vive bajo la protección del Dios altísimo”, Salmo 91:1 (VM, SB-MN). “En secreto, junto a ti los escondes… los mantienes ocultos en tu carpa… los proteges en tu presencia”, Salmo 31:20 (BLA, NTV). “El me esconde en su abrigo… me oculta en el secreto de su tienda…”, Salmo 27:5 (SA). David dijo: “Tú eres mi escondite… mi refugio”, Salmo 32:7 (NTV, BAD). Y luego agregó: “A la sombra de tus alas me refugio hasta que pase la calamidad”, Salmo 57:2 (BDA2010). El apóstol Pablo dijo: “… La nueva vida que disfrutan con Cristo, está guardada en Dios”, Colosenses 3:3 (PDT).
El lugar secreto es el único lugar donde Dios nos protege. David dijo: “Cuando vengan tiempos difíciles, tú me darás protección: me esconderás en tu templo… al amparo de su Carpa (LPD)… en el secreto de su tienda (BLA)… que es el lugar más seguro…”, Salmo 27:5 (TLA). Las expresiones ‘carpa’, ‘tienda’, ‘templo’ aluden a la presencia de Dios, ¡el lugar más seguro! El templo mencionado por David no puede ser el edificio en Jerusalén pues todavía no se había construido; tampoco el tabernáculo donde guardaban el arca en Gabaón porque hacía tiempo que David no lo frecuentaba debido a que huía de la espada de Saúl. ¿De qué manera podría encontrar refugio en un lugar al que no podía acceder? Lo que parece más probable es que David haya empleado la palabra templo como sinónimo de ‘presencia divina’. La comunión íntima con Dios era su único y más seguro refugio. Es una pena que bajo el antiguo pacto David supiera que la fuente de seguridad era su vida secreta con Dios y nosotros (bajo un nuevo y mejor pacto) lo ignoremos. He aquí un secreto del lugar secreto: ¡la protección de un creyente está en la comunión con Dios! ¡El que vive diariamente en la presencia de Dios vive protegido todos los días de su vida!
Ahora bien, advierte una cosa más. Aunque la fe es esencial para acercarse a Dios no es ella la que nos mantiene seguros sino Dios mismo en quien esa fe reposa. “Tú eres mi refugio; tú me libras del peligro…”, Salmo 32:7 (TLA). “El Señor es un refugio… un lugar seguro en tiempos difíciles”, Salmo 9:9 (NTV). “Tú eres mi protector y mi defensa…”, Salmo 119:114 (BDA2010). David se había entregado por completo al lugar secreto, ¡el lugar donde Dios está y donde Dios nos protege! Protección no es la única bendición del lugar secreto. Tranquilidad, serenidad, paz, sosiego, sanidad, descanso, seguridad y muchas otras bendiciones se encuentran también en la mismísima presencia de Dios. Dios es nuestro santuario de descanso y paz. Por eso, alejarnos del lugar secreto nos deja desguarnecidos. ¡Cuando nos alejamos del lugar secreto estamos expuestos a la furia infernal! Elías aprendió esta lección después de su ‘triunfazo’ en el monte Carmelo. Aquel titán de la fe se hundió en el desánimo el día en que Jezabel le hizo saber que lo iba a matar: “Se asustó tanto que huyó… estaba tan triste que se quería morir. Le decía a Dios: “¡Dios, ya no aguanto más! Quítame la vida...”, 1º Reyes 19:3-4 (TLA). ¿Cómo fue posible que las palabras de Jezabel alcanzaran los oídos del profeta Elías? ¿Cómo hizo para encontrar al profeta, cuando nadie, ni siquiera el propio rey pudo hacerlo? La respuesta es sencilla: ¡Elías no estaba en el lugar donde Dios lo protegía! Elías era un hijo del desierto. Su lugar era estar en el ‘santuario’ de la mismísima presencia de Dios. Cuando Elías se refugiaba en Dios era intocable, nadie lo encontraba, nadie le hacía daño. Pero el día en que Elías festejó su victoria lejos del ‘escondite secreto de la presencia divina’ fue alcanzado por la flecha mortal del desánimo enviada desde el mismo infierno. ¡Cuando perdemos nuestro lugar de privilegio, recostados en el pecho del Señor, las saetas envenenadas del infierno llueven con mayor intensidad!
El lugar secreto es el único lugar donde estamos realmente protegidos, pero no es un lugar inmune a los ataques satánicos. Es común que aquellos que se consagran al lugar secreto y a la búsqueda apasionada de Dios se vean rodeados de muchos problemas. La batalla suele incrementarse cuando las personas se dedican a la oración. El diablo tiene una predilección especial por el lugar secreto. Es allí donde ataca a los fieles creyentes. ¿Por qué? Porque el lugar secreto es el lugar de la intimidad con Dios. Y es el único lugar donde el creyente está realmente seguro. ¿Recuerdas qué hicieron los enemigos de Daniel para desestabilizarlo del poder? Lo atacaron en su vida privada de oración. Forzaron al rey a emitir un decreto de muerte para todo aquel que se negara a adorar al rey: “Cuando Daniel oyó que se había firmado la ley, fue a su casa… entró en su cuarto… se arrodilló y comenzó a orar (TLA)… Oraba tres veces al día, tal como siempre lo había hecho…”, Daniel 6:10 (NTV). Daniel eligió cuidadosamente el lugar dónde orar. Su cuarto era el lugar secreto de intimidad con Dios. Pero además supo cuándo orar. Dos de los tres tiempos de oración de Daniel coincidían con los crepúsculos: bien temprano a la mañana y en la tarde, a la caída del sol. Daniel estaba entregado por completo al lugar secreto. Nada lo desconcentraba ni siquiera una ley en su contra. Qué diferencia con nosotros quienes a menudo interrumpimos nuestras oraciones no por amenazas sino simplemente por la presión de nuestras agendas.
Recordemos a Jesús en el desierto. Fue molestado por el diablo durante los 40 días de su retiro espiritual, Lucas 4:1-2. ¿Dónde traicionó Judas al maestro? En el Getsemaní: ¡su lugar secreteo de oración! Jesús fue molestado por el mismo Satanás al comienzo de su ministerio y a través de Judas en su monte secreto de oración cuando pedía a Dios las fuerzas para beber de la copa del sufrimiento en favor de toda la humanidad. Está claro que el lugar secreto es nuestro lugar de refugio y adoración pero también el blanco favorito del diablo para atacarnos. Pero no te confundas. Ninguna saeta del enemigo puede hacernos daño cuando estamos protegidos por Dios en ese bendito lugar. Nada que esté fuera de la voluntad de Dios puede sucederle a la persona que está escondida en Cristo en el lugar secreto. Al amparo del Todopoderoso estamos inmunizados contra todo lo que está fuera de la voluntad de Dios.
Seguramente has escuchado las quejas de muchos creyentes que piensan que porque son fieles a Dios no deberían tener ningún problema en la vida. La verdad es esta: ¡cuánto más fervor espiritual, más luchada será la guerra! El príncipe de los poderes del aire concentra toda su fuerza contra el espíritu de la oración que nos lleva a conocer a Dios. Nuevos niveles de unciones atraen nuevos niveles de demonios. Por eso la oración debe aumentar a medida que aumenta la confrontación. ¡Si puedes ser victorioso en el lugar secreto, experimentarás una vida victoriosa! Por otra parte muchos creyentes se rinden ante las mentiras del Mentiroso quien les dice que de nada vale servir a Dios si las cosas se ponen peor. Dios nunca prometió una vida de rosas. Lo que Él sí prometió es estar con nosotros en medio del valle de sobras de muerte para guiarnos y consolarnos. “Pero esperar en Dios hasta que la liberación llegue puede ser un tiempo de agonía”, Soeges. ¿Quiénes son los mil y los diez mil que podrían caer a nuestro costado, Salmo 91:7? ¡Impíos! Pero también creyentes ofendidos con Dios por las pruebas que tienen que pasar. Se rinden ante la ofensa y pierden el lugar de privilegio junto a Dios. Pero si tú confías en Dios en los momentos difíciles “ningún mal te alcanzará”, Salmo 91:7 (BDA2010). Las bendiciones contenidas en el Salmo 91 no son para todos sino solo para aquellos que se refugian al abrigo en el lugar secreto del Todopoderoso. Créelo. ¡Si aprendes a morar en el lugar secreto de su Presencia estarás siempre protegido!
En el lugar secreto soportamos los más grandes ataques, aun así es el lugar más seguro de todo el universo. Resiste la tentación de huir de ese bendito lugar. Entrégate por completo a la búsqueda apasionada de Dios en el lugar secreto. No permitas que nada ni nadie te desconcentre de tu vida privada de oración. Ora con regularidad sin importar lo que suceda porque la oración es la conexión vital con Dios. “Sé tú mi roca de seguridad, donde siempre pueda esconderme…”, Salmo 71:3 (NTV). Queda claro entonces que, ¡si Dios va a ser su refugio, tú debes correr hacia Él!