El Espíritu Santo, ¿una energía o una persona? 8/9/2024 #1316
Episode 341, Sep 08, 08:26 PM
Pastor José Luis Cinalli
8/9/2024
El Espíritu Santo, ¿una energía o una persona?
8/9/2024
El Espíritu Santo, ¿una energía o una persona?
Jesús se refirió al Espíritu Santo como una persona. Lo llamó “Consolador” o “Paracleto” (Juan 14:16-17 y 16:7, BTX); es decir, alguien que se pone al lado para socorrer y ayudar. Y dijo que el Espíritu estaría “con nosotros… siempre”, Juan 14:16. Lo mismo dijo de sí mismo: “Yo estaré con ustedes todos los días…”, Mateo 28:20 (PDT). ¿Cómo cumpliría su promesa? En la persona del Espíritu Santo, Juan 14:17, 26; 15:26; 16:7-15. Dios proveyó un ‘ayudador’, un ‘consejero’ a quien podemos acudir en todo momento, no una fuerza, influencia o energía. Tenemos un “Paracleto” en el cielo (1ª Juan 2:1, BTX) que intercede por nosotros y uno en la tierra, el Espíritu Santo, que se pone a nuestro lado para alentarnos y fortalecernos en medio de las pruebas y acusaciones satánicas. Pablo dijo: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”, 2ª Corintios 13:14. Si el Espíritu Santo no es Dios, ¿por qué no decir: “la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión de Gabriel el ‘gran servidor’ de los ángeles? No hay dudas de que el Espíritu Santo es una persona porque solo una persona puede tener comunión con otros. Jesús ordenó hacer discípulos de todas las naciones “bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, Mateo 28:19. Si el Espíritu Santo no es Dios, ¿por qué bautizar en su nombre? ¿Por qué no bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y de Miguel el arcángel? Por otra parte, Jesús dio a conocer a Dios el Padre porque Él mismo es Dios: “Nadie ha visto a Dios… pero su único hijo, que es Dios… nos lo dio a conocer”, Juan 1:18 (NT-BAD). De la misma manera sucede con el Espíritu Santo. Se nos asegura que “nadie conoce lo que piensa Dios excepto el Espíritu de Dios”, 1ª Corintios 2:11 (NT-BAD). Esto es una clara alusión a Su divinidad. Conocer los pensamientos de Dios sería imposible para alguien que no fuera Dios. ¿No estás convencido? Observa lo que el apóstol Pablo enseñó: si vivimos “según el Espíritu” (Romanos 8:9), entonces “el Espíritu de Dios mora en nosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”, Romanos 8:9. Pablo alude al Espíritu Santo tres veces en un solo versículo: “Espíritu”, “Espíritu de Dios” y “Espíritu de Cristo”, ¿Puede alguien insinuar que el Espíritu Santo no es Dios? Después de toda la evidencia bíblica examinada, ¿le falta al Espíritu Santo algún atributo o cualidad propia de la deidad? “Si alguien dice sí que especifique cuál, porque el Espíritu Santo no puede ser medio Dios o casi Dios. Es Dios o no lo es. ¿Es casi igual a Dios el ángel Gabriel?”, Wayne Partain.
El Espíritu Santo tiene todas las características distintivas de una persona:
1. Habla: “El Espíritu Santo le dijo a Felipe: “Ve y acércate a ese carruaje”, Hechos 8:29 (PDT); 1ª Timoteo 4:1; Hebreos 3:7; Hechos 13:2.
2. Enseña: “El espíritu Santo… les enseñará todas las cosas…”, Juan 14:26 (NVI); 1ª Pedro 1:11.
3. Intercede: “El Espíritu Santo… ora… intercede por nosotros…”, Romanos 8:26-27 (CAS).
4. Escoge y comisiona: “… El Espíritu Santo dijo: “consagren a Bernabé y a Saulo…. Yo los he elegido para una misión especial”, Hechos 13:2 (NTV, TLA). “Recuerden que el Espíritu Santo los puso como líderes de la iglesia”, Hechos 20:28 (TLA).
5. Tiene voluntad: “Pablo y sus compañeros intentaron anunciar el mensaje de Dios en la provincia de Asia, pero el Espíritu Santo no se lo permitió…”, Hechos 16:6 (TLA), Hechos 10:19-20.
6. Reparte dones: “El Espíritu… reparte… dones como él quiere”, 1ª Corintios 12:11 (BDA2010).
7. Posee inteligencia: “El Espíritu del SEÑOR… Espíritu de sabiduría y de entendimiento… Espíritu de consejo y de poder… Espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR”, Isaías 11:2 (NTV).
8. Tiene propósito: “... El Espíritu Santo… les hablará de mí”, Juan 15:26 (NT-BAD); 16:8.
9. Puede ser insultado: “… Terrible… será el castigo de los que… insultan y provocan al Espíritu Santo…”, Hebreos 10:29 (NT-BAD).
10. Puede ser apagado: “No apaguen… al Espíritu Santo”, 1ª Tesalonicenses 5:19 (BLA, TLA).
11. Puede ser resistido: “Ustedes… siempre se han resistido al Espíritu Santo…”, Hechos 7:51 (BDA2010). El Espíritu Santo no es un viento porque, ¿quién puede oponerse al viento? Sin embargo, es perfectamente posible oponerse al Espíritu Santo, ¡en realidad podemos impedir su obra! “No detengan la obra del Espíritu”, 1ª Tesalonicenses 5:19 (PDT). Somos los únicos capaces de retrasar, impedir y hasta malograr la obra de Dios en nuestras vidas. ¿De qué manera? Pecando, siendo ingratos, incrédulos o preocupándonos demasiado con las cosas de esta vida, Mateo 13:22.
12. Posee sentimientos: “… Hicieron enojar su Santo Espíritu…”, Isaías 63:10 (NRV2000); Romanos 15:30. “No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios…”, Efesios 4:30 (TLA). ¿De qué forma contristamos al Espíritu? Cuando descuidamos la santidad, cuando pensamos en términos puramente materialistas o cuando pasamos tiempo espiando la vida de los demás en las redes en lugar de leer la Biblia. Contristamos al Espíritu cuando decimos no tener tiempo para orar mientras estamos muy activos en asuntos mundanos o cuando amamos más las cosas de esta tierra que a Dios. Dios se entristece por nuestro propio bien. El dolor del Espíritu no es de carácter egoísta; Él sabe la miseria que nos costará el pecado de relajarnos o apartarnos de las cosas espirituales. Lee nuestros dolores en nuestros pecados. Se entristece por nosotros porque ve cuánto castigo atraemos y cuánta comunión perdemos. El Espíritu no es alguien que pelea; Él es alguien que ama, ¡si lo contristamos se va! ¡No ofendamos al Espíritu, no perdamos lo más importante que tenemos!
2. Enseña: “El espíritu Santo… les enseñará todas las cosas…”, Juan 14:26 (NVI); 1ª Pedro 1:11.
3. Intercede: “El Espíritu Santo… ora… intercede por nosotros…”, Romanos 8:26-27 (CAS).
4. Escoge y comisiona: “… El Espíritu Santo dijo: “consagren a Bernabé y a Saulo…. Yo los he elegido para una misión especial”, Hechos 13:2 (NTV, TLA). “Recuerden que el Espíritu Santo los puso como líderes de la iglesia”, Hechos 20:28 (TLA).
5. Tiene voluntad: “Pablo y sus compañeros intentaron anunciar el mensaje de Dios en la provincia de Asia, pero el Espíritu Santo no se lo permitió…”, Hechos 16:6 (TLA), Hechos 10:19-20.
6. Reparte dones: “El Espíritu… reparte… dones como él quiere”, 1ª Corintios 12:11 (BDA2010).
7. Posee inteligencia: “El Espíritu del SEÑOR… Espíritu de sabiduría y de entendimiento… Espíritu de consejo y de poder… Espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR”, Isaías 11:2 (NTV).
8. Tiene propósito: “... El Espíritu Santo… les hablará de mí”, Juan 15:26 (NT-BAD); 16:8.
9. Puede ser insultado: “… Terrible… será el castigo de los que… insultan y provocan al Espíritu Santo…”, Hebreos 10:29 (NT-BAD).
10. Puede ser apagado: “No apaguen… al Espíritu Santo”, 1ª Tesalonicenses 5:19 (BLA, TLA).
11. Puede ser resistido: “Ustedes… siempre se han resistido al Espíritu Santo…”, Hechos 7:51 (BDA2010). El Espíritu Santo no es un viento porque, ¿quién puede oponerse al viento? Sin embargo, es perfectamente posible oponerse al Espíritu Santo, ¡en realidad podemos impedir su obra! “No detengan la obra del Espíritu”, 1ª Tesalonicenses 5:19 (PDT). Somos los únicos capaces de retrasar, impedir y hasta malograr la obra de Dios en nuestras vidas. ¿De qué manera? Pecando, siendo ingratos, incrédulos o preocupándonos demasiado con las cosas de esta vida, Mateo 13:22.
12. Posee sentimientos: “… Hicieron enojar su Santo Espíritu…”, Isaías 63:10 (NRV2000); Romanos 15:30. “No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios…”, Efesios 4:30 (TLA). ¿De qué forma contristamos al Espíritu? Cuando descuidamos la santidad, cuando pensamos en términos puramente materialistas o cuando pasamos tiempo espiando la vida de los demás en las redes en lugar de leer la Biblia. Contristamos al Espíritu cuando decimos no tener tiempo para orar mientras estamos muy activos en asuntos mundanos o cuando amamos más las cosas de esta tierra que a Dios. Dios se entristece por nuestro propio bien. El dolor del Espíritu no es de carácter egoísta; Él sabe la miseria que nos costará el pecado de relajarnos o apartarnos de las cosas espirituales. Lee nuestros dolores en nuestros pecados. Se entristece por nosotros porque ve cuánto castigo atraemos y cuánta comunión perdemos. El Espíritu no es alguien que pelea; Él es alguien que ama, ¡si lo contristamos se va! ¡No ofendamos al Espíritu, no perdamos lo más importante que tenemos!
Observa lo bendecimos que somos: “Dios mandó el Espíritu… a nuestros corazones…”, Gálatas 4:6 (DHH). Ese privilegio conlleva innumerables e incontables bendiciones. Del Espíritu Santo procede:
1. Salud: “Pero cuando tú envías tu Espíritu, ellos recobran su salud…”, Salmo 104:30 (PDT).
2. Sabiduría: “… No son los muchos años los que dan sabiduría. Lo que nos hace sabios es el Espíritu del Dios todopoderoso ¡y ese espíritu vive en nosotros!”, Job 32:8-9 (TLA).
3. Capacidades especiales: “Le he llenado del Espíritu de Dios, en cuanto a sabiduría e inteligencia y ciencia para toda clase de obra”, Éxodo 31:3 (VM); 1ª Corintios 12:8-10.
4. Fuerzas: “… El Espíritu de Dios le dio mucha fuerza a Sansón...”, Jueces 14:19 (TLA).
5. Liderazgo: Jueces 3:10.
6. Gracia para predicar: “El Espíritu del Señor habla por medio de mí y ha puesto su palabra en mi lengua”, 2º Samuel 23:2 (PDT).
7. Consuelo: “Las Iglesias… estaban llenas de la consolación del Espíritu”, Hechos 9:31 (Jer. 1998).
8. Comprensión bíblica: “El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas…”, Juan 14:26 (TLA).
9. Guía: “... El Espíritu de verdad, él los guiará a toda verdad...”, Juan 16:13-14 (DHH).
10. Entendimiento espiritual. “… Ustedes tienen al Espíritu Santo… el Espíritu de Dios les enseña todo… Por eso, hagan lo que el Espíritu Santo les ha enseñado… permanezcan… en comunión (NTV)… unidos a Él… ”, 1ª Juan 2:27 (TLA, DA).
¡El secreto de una vida bendecida es la comunión con el Espíritu Santo! Pablo enfatizó esta enseñanza en su famosa bendición: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”, 2ª Corintios 13:14. Desarrollar una relación siempre creciente de amor con el Espíritu Santo es la clave de una vida y un ministerio bendecido. La palabra comunión significa “presencia”, “compañerismo”, “intimidad”, “amistad” y “camaradería” que en griego significa “comandante”. El Espíritu Santo es el ‘capitán’. Así como el Espíritu Santo llamó, capacitó, envió y guió a los apóstoles en su trabajo misionero también puede hacerlo con aquellos que lo dejan ser el gobernador de sus vidas. Recuerda que desde que Cristo se fue, Él está aquí en la tierra con nosotros. Más que nunca necesitamos depender del Espíritu Santo si es que queremos disfrutar de una vida, familia y ministerio bendecido. Eso sí, esa bendición no es precio de ganga. Una amistad profunda con el Espíritu Santo no se consigue de la noche a la mañana; lleva tiempo y mucha disciplina. Pero el camino más largo comienza con el primer paso. Decídete hoy mismo a hacer del Espíritu Santo el capitán de tu vida. Si tienes planes de influir sobre multitudes deja de informarte acerca del Espíritu Santo y pasa más tiempo con Él para conocerlo. Con el tiempo te darás cuenta que lo que está delante de nosotros y lo que está detrás de nosotros, en nada se compara con lo que está dentro de nosotros. La presencia del Espíritu Santo hace toda la diferencia en la vida de un discípulo. La intimidad con Dios vale más que cualquier cargo o posición.
2. Sabiduría: “… No son los muchos años los que dan sabiduría. Lo que nos hace sabios es el Espíritu del Dios todopoderoso ¡y ese espíritu vive en nosotros!”, Job 32:8-9 (TLA).
3. Capacidades especiales: “Le he llenado del Espíritu de Dios, en cuanto a sabiduría e inteligencia y ciencia para toda clase de obra”, Éxodo 31:3 (VM); 1ª Corintios 12:8-10.
4. Fuerzas: “… El Espíritu de Dios le dio mucha fuerza a Sansón...”, Jueces 14:19 (TLA).
5. Liderazgo: Jueces 3:10.
6. Gracia para predicar: “El Espíritu del Señor habla por medio de mí y ha puesto su palabra en mi lengua”, 2º Samuel 23:2 (PDT).
7. Consuelo: “Las Iglesias… estaban llenas de la consolación del Espíritu”, Hechos 9:31 (Jer. 1998).
8. Comprensión bíblica: “El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas…”, Juan 14:26 (TLA).
9. Guía: “... El Espíritu de verdad, él los guiará a toda verdad...”, Juan 16:13-14 (DHH).
10. Entendimiento espiritual. “… Ustedes tienen al Espíritu Santo… el Espíritu de Dios les enseña todo… Por eso, hagan lo que el Espíritu Santo les ha enseñado… permanezcan… en comunión (NTV)… unidos a Él… ”, 1ª Juan 2:27 (TLA, DA).
¡El secreto de una vida bendecida es la comunión con el Espíritu Santo! Pablo enfatizó esta enseñanza en su famosa bendición: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”, 2ª Corintios 13:14. Desarrollar una relación siempre creciente de amor con el Espíritu Santo es la clave de una vida y un ministerio bendecido. La palabra comunión significa “presencia”, “compañerismo”, “intimidad”, “amistad” y “camaradería” que en griego significa “comandante”. El Espíritu Santo es el ‘capitán’. Así como el Espíritu Santo llamó, capacitó, envió y guió a los apóstoles en su trabajo misionero también puede hacerlo con aquellos que lo dejan ser el gobernador de sus vidas. Recuerda que desde que Cristo se fue, Él está aquí en la tierra con nosotros. Más que nunca necesitamos depender del Espíritu Santo si es que queremos disfrutar de una vida, familia y ministerio bendecido. Eso sí, esa bendición no es precio de ganga. Una amistad profunda con el Espíritu Santo no se consigue de la noche a la mañana; lleva tiempo y mucha disciplina. Pero el camino más largo comienza con el primer paso. Decídete hoy mismo a hacer del Espíritu Santo el capitán de tu vida. Si tienes planes de influir sobre multitudes deja de informarte acerca del Espíritu Santo y pasa más tiempo con Él para conocerlo. Con el tiempo te darás cuenta que lo que está delante de nosotros y lo que está detrás de nosotros, en nada se compara con lo que está dentro de nosotros. La presencia del Espíritu Santo hace toda la diferencia en la vida de un discípulo. La intimidad con Dios vale más que cualquier cargo o posición.